Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Corazón roto.

Despertar y encontrar el hermoso cuerpo de Jungkook a su lado es algo que amaría que sucediera toda la vida.

Sonrió al darse cuenta que los dos pudieron expresar su gusto hacia el otro. Aunque no va a negar el miedo que le da que las cosas no salgan como las ha imaginado.

Es decir, su ex pareja fue alguien muy cruel, alguien que no merece la palabra "humano" ya que su maldad sobrepasaba todos los límites existentes.

Se quedó viendo a Jungkook dormir mientras admiraba cada detalle, desde sus lunares hasta sus pocos vellos debido a su barba rasurada.

Suspiró creyendo que había encontrado a un ángel, a uno muy hermoso que ha llegado a su vida para hacerlo sentir protegido y amado. Porque esa es la manera en la que se siente junto a Jungkook.

Hay una enorme diferencia entre el Jimin antes de conocer a Jungkook y el Jimin que es ahora bajo los brazos del castaño. Siente que ese es su lugar y está amoldado solo para él, espera no equivocarse.

Recuerda la famosa regla que Taehyung le había dicho hace tiempo, cuando comenzó a evitar el amor. El sexo debe ser perfecto, sin compromiso, sin dramas y solo disfrutar. Por eso estaba la regla de 3.

O sea, ver a una persona para sexo casual tres veces ya que si hay más encuentros se puede crear un lazo de ambas partes y se sabe en que termina eso.

Así que la regla de 3, consiste en que el primer encuentro es para conocerse, el segundo para repetir por si te gustó y la tercera es la despedida. Esa es la manera más segura de evitar que alguien salga lastimado.

Pero él estaba seguro que no necesitaba una segunda vez con nadie, que solo un encuentro bastaba para decir adiós.

Pero ahora se encuentra bajo los brazos de Jungkook, alguien que conoció en los baños de un bar y con el que iba a tener sexo de una sola vez.

Ahora se encontraban juntos en la misma cama. Cama que no había compartido nunca con nadie, porque es en casa de sus padres.

Hace tantos años, desde la separación de su ex que no duerme en compañía de nadie y eso lo hizo asustarse un poco.

Espera no irse a dormir con la preocupación de si va a despertar vivo al día siguiente.

Su antigua relación había dejado tantos traumas, tantas cosas que le ha costado superar pero que cada día ha logrado estar mejor.

Sabe que se perdió en sus pensamientos cuando no notó que el castaño había despertado.

—Buenos días Jim.

—Buenos días Kook.

—¿Estás bien? Tienes una lágrima aquí —dijo limpiando la gota de agua.

—Solo, fue un bostezo, dime, ¿dormiste bien? —mintió.

—Mhum, más que bien, hace semanas no había descansado de esta forma.

—Pero si tu cama es más grande y suave que esta, ¿seguro dormiste cómodo?

—No tienes idea cuánto, lo que necesitaba para dormir bien era a un chico de rulos sobre mi pecho —respondió dejando un beso en la frente del rizado.

—No conocía tu lado romántico.

—Aprovéchalo, que no sale siempre —bromeó.

Ambos se rieron, la puerta fue tocada por Sooyeon anunciando que el desayuno estaba listo. Los dos se estiraron como pudieron en la cama haciendo crujir sus huesos.

Jimin vio de reojo a Jungkook y no pudo resistirse a besarlo. Así que subió sobre su regazo mientras tomaba su rostro con ambas manos y lo comenzó a besar.

—No sigas porque no podré detenerme hasta tener sexo contigo.

—¿Quieres hacerlo?

—Jimin, estamos en casa de tus padres, no haremos nada, así que sé un buen chico y bájate.

—¿Y si no quiero?

Jungkook tan solo sonrió y eso hizo jadear al rizado.

—Espera a que lleguemos a casa, no tendré compasión contigo.

Jimin mordió su labio ante lo dicho.

—¿Vas a romperme?

—Puede que no camines, me gustaría verte subir las escaleras después de eso.

—Puedo soportarlo.

—Estoy seguro que si.

—Hablo en serio, puedo soportar cualquier cosa.

—Si, lo sé, pero ahora hay que bajar a desayunar, no quiero que venga tu padre a sacarme creyendo que estoy partiéndote en dos.

—Seguramente ya lo saben.

—¿Tú crees?

—Bueno, es una locura que te hayan invitado, eres digamos que al primero con quien hacen eso, les caíste muy bien.

—Ellos a mi igual.

Ambos se sonrieron y salieron de la habitación una vez que el ojiazul se colocó la pijama que había llevado.

Bajaron y se encontraron con todos en la mesa, si hasta Taehyung quien vivía a unas dos casas, amaba desayunar con los Park.

—Buenos días a todos —saludó el rizado.

—Hola —dijo Jungkook.

—Hola chicos, ¿qué tal tu noche Jungkook? —preguntó Sooyeon.

—Increíble, justamente le dije a Jimin que si descansé después de unas semanas de no poder hacerlo, se sintió bien.

—Me alegra oír eso y espero que el desayuno también sea de tu agrado.

Todos comenzaron a comer y tener una pequeña charla. Jungkook y Jimin ni siquiera disimulaban sus sonrisas y sus miradas brillantes. Los dos estaban tomando una de sus manos bajo la mesa.

Jimin comenzó a toser al sentir como Jungkook llevó su mano hasta su entrepierna apretando suavemente sobre su miembro.

Definitivamente Jungkook está dotado, pensó.

—¿Estás bien cariño?

—Si mamá, es solo que sentí algo atorarse en mi garganta.

—Debes masticar mejor hijo —habló Yeongyu.

—Si Jimin, no puedes solo tragar, come bien —comentó Jungkook haciendo sonrojar al ojiverde.

El desayuno pasó. Los dos chicos fueron a la habitación para poder ducharse y vestirse.

Por petición de Jungkook lo hicieron separados.

Una vez que estaban ya listos, fue Sooyeon la que les pidió ir al jardín.

—Hace tanto tiempo no te veía así de radiante.

—No es nada mamá, solo exageras.

—Soy tu madre, te conozco muy bien, dime, ¿hace cuánto están juntos?

—No lo estamos, llevamos como un mes de habernos conocido.

—¿Si? Él es amable y muy guapo, ya veo porqué te fijaste en él, se ve que es alguien sensible y cariñoso, ¿cierto?

Jimin no supo cómo responder eso, ¿lo era? El poco tiempo que tiene con Jungkook las cosas no han ido muy bien, dijo cosas que lo han lastimado pero sabe que ellos sólo tienen un trato informal de solo sexo.

Ahora no sabe en que posición están.

Jungkook llegó con tres vasos de limonada, las colocó en la mesa y le sirvió una a Jimin, Sooyeon y la otra él.

—Espero les guste, mamá me enseñó como hacer muchas bebidas pero esto fue lo único que se me quedó.

—Gracias Jungkook, eres muy lindo y esto sabe muy bien.

—Gracias Sooyeon.

—Por cierto, ¿a dónde piensan ir hoy? Jimin, tienes que llevarlo a que conozca el lugar antes de marcharse.

—Si, bueno, quería llevarlo a dar una vuelta, ¿qué dices Jeon?

—Me encantaría —ambos se sonrieron tiernamente lo que hizo derretir el corazón de Sooyeon, sus miradas expresaban mucho más de lo que ellos podrían decir con palabras.

Terminaron sus bebidas manteniendo una conversación acerca de lugar, minutos después, los dos chicos salieron de la casa a dar un paseo.

—¿Seguro qué aguantas caminando?

—¿Qué me crees? ¡Por supuesto que si! Tengo buena condición física niño —bromeó.

—No lo dudo.

Iniciaron a caminar mientras el rizado le decía algunas cosas sobre su lugar de origen.

—Y fue cuando conocí a Taehyung, creo ya te lo había dicho, pero bueno, fue en este lugar.

—Es muy lindo conocer de ti, gracias por compartir esto conmigo.

—¡Cállate! No es nada —dijo sonrojado.
Jungkook miró a los lados antes de agarrar al menor por la cintura y acercarlo a él.

—Para mi lo es todo —dijo antes de besar los labios del rizado, quien encantado recibía la miel del otro sobre su boca.

Su momento se vio interrumpido por una tercera voz, una voz que Jimin había querido olvidar por completo.

—Vaya, quien diría que seguirías de puto barato —se escuchó la voz de su ex.

Los dos se separaron, Jimin se abrazó a sí mismo y se sintió pequeñito en su puesto.

—Cuida tus palabras —advirtió Jungkook notando el cambio de Jimin.

—¿Eres su novio ahora? Yo lo fui, créeme que no vale nada, tan solo es un buen culo para follar pero te recomiendo no sentir nada por él, luego ya te cambia por muchos penes —escupió con malicia.

—¡Cállate idiota! —el ojiazul lo empujó sin importarle pelear por Jimin.

—Agradece que te digo la verdad imbécil.

Jimin miraba que los dos estaban yéndose a los golpes pero lo último que dijo su ex pareja fue suficiente para que él saliera a defenderse.

—Eres un maldito interesado, solo vas a sacarle el dinero a este riquillo para cumplir tu estúpido sueño, ¿o vas a negarlo? Me robaste todo lo que tenía, cuéntaselo —decía con diversión, claramente todo era una mentira.

—¡Tú me dejaste! Me dejaste luego de casi haberme matado, te fuiste de aquí durante siete meses. ¿Qué querías? ¿Qué te esperara para ver si esta vez lograbas matarte? ¿Qué te sucede? —gritó Jimin desesperado queriendo defenderse.

—Jimin, ven, vámonos.

—¡No! Quiero que me escuche de una buena vez, eres un maldito hijo de puta, casi acabas conmigo y todavía te encargaste de regar una mentira sobre mí, ¿decir qué yo te engañé para evitar decir que eres un abusador? ¿De verdad? Eres la mierda hecha persona y aunque me costó superar todo esa mierda que me hiciste lo logré, no voy a permitir que me sigas dañando, así que tú te irás por donde viniste y nosotros seguiremos nuestro paseo, porque si, Jungkook es mi novio y es mucho mejor que tú pedazo de imbécil —dicho eso, agarró la mano del castaño y comenzó a caminar nuevamente.

Jungkook quedó con una expresión de sorpresa. Sonrió al darse cuenta que Jimin era alguien valiente y capaz. Algo lo hizo enamorarse aún más de él.

—¿Estás bien? ¿Quieres volver? Podemos regresar otro día, me importa ahora tu estado de ánimo.

—Estoy bien Kook, él es mi ex pareja, se ha encargado de destruirme en todos los sentidos.

—Tranquilo, ¿bien? Ya pasó, has sido muy valiente cariño, ¿quieres ir a otro lugar?

—¿Podemos ir al lago? Ese era mi lugar de paz antes de... —pensaba decirle "antes de encontrarte" pero ver a su ex hizo que sintiera miedo nuevamente sobre enamorarse perdidamente de él y darle lugares y espacios en su vida que después nadie podría llenar porque Jungkook es alguien que no es fácil de reemplazar.

—A donde tú digas, vámonos.

Jimin respiraba profundo, condujo a Jungkook hasta el lago en donde pasó parte de su niñez y adolescencia.

—Venía aquí cada vez que necesitaba pensar o cuando estaba muy triste para hacerlo.

—Es muy lindo y tranquilo.

—Lo es, por cierto sobre lo que dijo...

—No tienes porqué decirme algo, ¿bien? No me importa lo que haya dicho, te estoy conociendo y eso es lo único que me interesa.

—¡Ya deja de ser tan bueno! —se quejó.

—¿Qué? —preguntó entre risas.

—Será difícil olvidarte cuando decidas irte —soltó de golpe.

—¿Crees qué quiero irme?

—Todos lo hacen.

—Puede ser, supongo que si eso sucede es porque así debía de pasar.

—Me estoy arriesgando, nuevamente.

—A tener un corazón roto yo también, pero por ahora estoy disfrutando de esto.

—Es lo que es, somos amantes que quieren seguir con el juego del placer supongo.

—Creo que no te quedó claro, me gustas Jimin, pero por el momento no estoy para ofrecerte algo más que esto que tenemos.

—Sé cual es mi posición, que nos gustemos no significa que nos vayamos a casar mañana, solo es atracción física.

Jungkook no supo que responder. Claro que él no siente solo atracción física.

—Claro —fue todo lo que respondió.

Jimin quería convencerse a sí mismo que todo era un juego, que nada más era algo sexual, contacto físico, apariencias.

Solo son amantes pero sin un título el cual les garantice que serán algo más. No puede darse el lujo de entregar todo nuevamente, no cuando ver a su ex lo hizo recordar su pasado oscuro. Ese de donde le costó salir.

—A esta hora el atardecer es increíble —habló luego de estar un rato en silencio, ninguno parecía incómodo de admirar el lago y la flora a su alrededor.

Estaban bien con solo saber que estaban juntos.

—Es de lo que hablabas —afirmó.

—Descubrí este lugar cuando era un niño aún, recuerdo que fue mi escondite de los bravucones homofóbicos, aún no salía del closet pero vamos, que cuando lo sabes lo sabes.

—¿Fue muy difícil esa etapa? —preguntó con preocupación.

—Lo soporté, pero fue más difícil cuando conocí al imbécil que nos encontramos, me enamoré.

—¿Quieres contarme?

—¿Quieres escuchar?

—Siempre y cuando tú lo quieras.

—De acuerdo, veamos Kook, seré breve, en
realidad mi niñez fue bonita, eso hasta que entré a la escuela, mis gustos por andar con las uñas pintadas como mamá, hizo que mis compañeros fueran groseros conmigo por no ser normal, pero eso como te dije, lo soporté —inició relatando mientras ambos veían el atardecer.

Inconscientes de que el rizado estaba abriendo su corazón mientras contaba acerca de su vida. Esas experiencias que solo su familia y Taehyung como su mejor amigo conocían.

—Y me cambié de escuela, porque luego de haberme golpeado, el director no quiso expulsarlos, dijo que eran cosas de niños y que me harían un bien, él también no soportaba mi personalidad, entonces llegué a mi nueva escuela en donde estudiaba Taehyung, para mi suerte ya lo había conocido donde te mostré antes, y pues fue más sencillo, él siempre me ha protegido cuando yo no puedo.

Jungkook escuchaba atentamente, sin saber que decir realmente, solo quería cuidar de Jimin lo que le resta de su vida.

—Un poco antes de graduarme del bachillerato, lo conocí, era un chico ingenuo, iluso, ya sabes, creía en el amor —tomó un respiro antes de continuar—. Él usó mucho verbo conmigo, caí por sus palabras y casi muero por sus acciones, es decir, nos hicimos novios y eso fue como el título que necesitaba para tener control sobre mi.

Jungkook no quiso interrumpir, tan solo le demostraba que si le estaba poniendo atención, a lo que el rizado agradeció internamente.

—Él, me era infiel y abusaba de mi, física, mental y sexualmente Kook —bajó su mirada sintiéndose mal nuevamente, Jungkook lo notó y tomó su mano en apoyo.

—No tienes que seguir, estás a salvo ahora.

—Realmente, creo que necesito seguir sacando esto, yo... yo no supe que eran abusos, creí que era normal entre parejas pero cuando los golpes llegaron a dejarme en un hospital, Taehyung intervino contándole a mis padres, mi ex al enterarse huyó, se fue por varios meses así que yo tomé eso como que nuestro fin a lo que teníamos y empecé a salir con más por despecho, luego seguí la universidad hasta graduarme y no dejaba de buscar citas de una noche, no me importaba nada, no quería nada, tan solo escapar quizás de eso y ya después no pude parar, pero ahora estoy aquí contándote acerca de mis traumas.

—Has sido valiente, te admiro por todo, no voy a juzgarte, el haberme enamorado de quien no debía también me hizo entrar en estos juegos, según yo estaba dándole celos, según yo iba a conseguir que se disculpara y me pidiera volver pero él tan solo jugó, así que, culpo a esos amores por quienes hemos sido, pero también les agradezco porque pude conocerte.

—Eres muy meloso, ni pareces el top —se burló no sabiendo que decir.

—Cállate y deja tus estereotipos —bromeó.

Los dos sonrieron, admiraron nuevamente el atardecer frente a ellos, la calma que sentían al estar juntos era algo que habían perdido hace mucho tiempo.

La seguridad y la paz, Jimin comentó un poco acerca de quién ha sido, siendo escuchado por Jungkook, quien entre más escuchaba, más admiración sentía por el chico de rizos.

Pronto se hizo de noche y esa fue la señal que tuvieron para volver. Al llegar a casa del ojiverde los dos se encontraron con la cena lista así que sin perder más tiempo cenaron en compañía de todos.

—¿Te ha gustado cariño?

—Si, gracias Sooyeon, jamás creí tener este viaje para ser honestos pero han sido maravillosos estos dos días.

—Es una lástima que se vayan mañana, pero puedes volver cuando quieras, esta casa tiene las puertas abiertas para ti.

—De verdad gracias, lo tomaré en cuenta.

Luego de la comida, cada quien subió a su habitación, por supuesto que todos sabían que los dos compartían la cama, ya que el rizado no fue nada disimulado en decir que su cama era muy pequeña para dos.

Haciendo sonrojar a Jungkook y que sus padres lo vieran con un leve asombro. Sin olvidar la cara de burla de Taehyung, Jihyo y Eunwoo.

Así que, nuevamente estaban ahí, compartiendo una pequeña cama mientras tienen una silenciosa sesión de besos.

Dejando sus sentimientos en cada roce.

✧✦✧

La mañana siguiente llegó lento, los dos no podían creer lo bien que han dormido a pesar del espacio de la cama. Llevaron sus cosas al auto, desayunaron en familia y por supuesto Yeongyu no podía dejar ir a los chicos sin antes advertirle algo al invitado especial.

—¿Me permites hablar contigo?

—Claro señor.

—Seré directo, Jimin es mi pequeño, aún siento que es un bebé en brazos de mi esposa y en los míos, usando mis enormes zapatos pero más los de Sooyeon, verlo crecer ha sido un sueño, pero también una pesadilla verlo acabado, no entraré en detalles, solo quiero decirte que él no está solo, nuevamente puedo mover cielo, mar y tierra por su bienestar Jungkook, sin importarme nada.

El castaño sabía a que se refería pero no sabía cómo tomar eso. Es decir, con Jimin no hay nada serio, tan solo le gusta y tienen sexo, son solo amantes.

—Lo entiendo señor, él estará bien, me alejaré antes de poder causarle un daño, se lo prometo, por otro lado, ha sido un placer conocerlo.

Dicho eso ambos se dieron sus manos, Yeongyu un poco satisfecho y Jungkook un poco pensativo.

Los dos iban en el auto camino a Seul, se robaban miradas fugaces y de vez en cuando sus manos jugaban con el otro.

Su viaje otra vez fue lleno de música y golosinas, los dos podían sentirse plenos al tenerse cerca. Las sonrisas que tenían en sus rostros era la prueba de lo bien que la pasaban juntos.

—¿Entonces?

—¿Qué?

—Nuestro próximo plan, dijiste que al llegar a casa no tendrías compasión conmigo.

—¿Impaciente?

—Siempre, hace días no follo por tu culpa, eres un idiota que se aleja.

—Trato de cuidarnos niño.

—Yendo a mi casa no vas a lograrlo.

—Tu ganas, por hablar mucho voy a dejarte sin ganas de sentarte, ¿bien? Así que iremos a mi casa, porque seguramente Taehyung ya llegó y no quiero que vea como destrozo a su mejor amigo.

—Seguro va a celebrarlo.

Jungkook no podía creer con que naturalidad Jimin se había metido en su vida; ni parece que empezaron siendo sólo sexo. Y el menor sigue sin procesar lo bien que se siente junto a Jeon, no quiere dejarlo.

Estaban llegando ya a la zona residencial en donde vive el castaño.

—No quería irme —confesó el rizado, acomodándose en su asiento.

—Lo sé, estar en familia es lo mejor.

—¿Qué hay de tu familia? Solo he conocido a tu mami.

Jungkook miró que frente a su casa estaba un auto ya conocido, maldijo por lo bajo sintiéndose estresado.

—Si, por accidente —recordó de mal humor, al saber quien estaba en su casa.

—Pero la conocí, no recuerdo que me hayas impedido estar con ella —respondió sintiéndose mal por lo que dijo el castaño aunque tuviera razón.

—Porque sería extraño ¿bien?, sacarte hubiese sido mejor para que me llenara de preguntas.

—¿Qué mierda te sucede? Parece que Seul saca lo peor de ti, ¿qué rayos te pasa?

—Hay cambio de planes, te llevaré a tu casa.

—¿Qué? ¿Por qué? —Jimin guio su mirada hasta donde estaba viendo Jungkook y lo entendió. En ese instante Yugyeom estaba saliendo de la casa y entrando a su auto, pero no para marcharse sino más bien bajando algunas cosas que no pudo identificar.

—No es lo que piensas, ¿bien?

—¿Qué estoy pensando Jungkook? Ni siquiera he dicho algo.

—Yo no lo sé, solo... Yugyeom es así, viene a mi casa y hace cosas, nos llevamos bien y eso es todo.

—No me importa Jungkook, solo llévame a casa, no pueden verte con tu amante del rato.

—Jimin...

—¡Vete a la mierda! Es más, me iré en taxi y tu puedes correr hasta donde él, me importa una mierda —dijo bajándose y dando un portazo.

—Sube al auto —ordenó.

—No eres nadie para obligarme, dame mi bolso y me iré en taxi.

Jungkook golpeó el volante sintiendo como el estrés y el enojo llegaban rápido a él. Su vida en Seul la había olvidado por estar en casa del menor dándole mimos.

—Haremos esto a las buenas, subirás al auto, te dejo en tu casa y eso es todo, ¿de acuerdo? Le dije a tus padres que te llevaría a salvo hasta tu apartamento, así que entra al maldito coche y déjate de estupideces.

—Lo dice el idiota que le tiene miedo a ese otro imbécil, si se ve que hasta mudándose está.

—No sé que pasa porque estuve contigo este fin de semana, así que entra al auto.

—Tú ganas nada más porque en mi bolso está mi dinero, idiota.

Jungkook suspiró cansado, tratar con Jimin es difícil porque es muy caprichoso y terco.

Park reconoció de inmediato a donde iban. Sonrió a sus adentros pero aún así sentía algo pesado por haber visto a Yugyeom en casa de Jungkook.

—No quiero ir a casa y ver a Yugyeom.

—Bájate entonces —contestó de mala gana entrando al hotel sin importarle no esperar al castaño—. Hola Karina, el idiota viene atrás, ¿podrías darme la llave?

—Jimin hola, yo solo suelo dársela a él, lo siento.

—Karina, entrégasela —se escuchó la voz del ojiazul, la chica sonrió e hizo caso, el rizado agradeció y se fue solo hasta la habitación—. Hola por cierto —dijo apenas—. Es un verdadero dolor de cabeza —se quejó viendo la dirección en donde se había ido el ojiverde.

—Pero es agradable, es muy amable, de los que han venido es el único que ha preguntado cuanto gasta usted aquí porque le gustaría dar la mitad, bueno, eso antes de saber que este hotel es suyo.

Los dos sonrieron por eso.

—Los demás buscan algo Karina, dinero y sexo.

—Y estoy segura que él solo lo busca a usted —dijo la recepcionista con cierto temor de enojar a su jefe pero no fue así, recibió a cambio una sonrisa cálida.

—Hazme un favor Kari, consígueme algunas golosinas.

—Claro señor, se lo haré llegar en un momento.

Jungkook agradeció y caminó hasta la habitación. Para su suerte Jimin no le había puesto seguro así que entró tranquilamente.

El rizado ya se encontraba en la cama, estaba tapado con las sábanas hecho un ovillo.

—¿Tienes frío?

—Si.

—Encenderé la calefacción, puedes usarlo cada que quieras.

—Lo tomaré en cuenta.

Jungkook se quitó su abrigo y se metió entre las sábanas hasta tener a Jimin bajo su brazo y sobre su pecho. Comenzó a darle caricias en su espalda, ninguno decía nada tan solo sentían sus respiraciones.

—Te están esperando en tu casa —reprochó suavemente.

—¿Eso te molesta?

—No, mi puesto contigo es estar aquí teniendo sexo.

—No estamos haciendo eso.

—Estamos cansados por el viaje —se excusó.

—¿De verdad no te molestaría saber que hay alguien esperando por mi en casa?

—Soy tu amante Jungkook, es lo que sucede en todos los casos, ¿no?

—¿Y estás bien con eso? Es decir, saber que puedo estar con Yugyeom pero también contigo, ¿cambiaría algo?

—¿Lo quieres? —cuestionó sintiendo ganas de llorar.

—Eso, no sé, hace mucho que me ha gustado y había fantaseado con estar teniendo sexo con él pero él parece querer algo serio, es más formal.

—¿Tendrán algo formal? —preguntó con miedo.

—¿Cambiarías conmigo?

—No fue lo que pregunté.

—Es complicado, deberías ser tú quien espere por mi.

—Es lo que hago, esperar a que decidas follar.

—Jimin, ¿qué mierda me hiciste? —dijo acercándose más al rizado, oliendo el aroma de sus rizos—. Has hecho más complicado toda mi existencia y yo solo quiero evitarnos un corazón roto.

—Acordamos estar hasta que los sentimientos nos traicionen, tu gusto hacia mi no es más que sexual, es a Yugyeom a quien quieres, es algo de años yo apenas de un mes —dijo queriendo convencerse él solo.

—¿Tú crees?

—Si.

—¿Y crees qué cumpliremos ese acuerdo? Es decir, ¿vas alejarte de mi si sientes algo más que deseo?

Jimin tragó su saliva, ya había empezado a sentir cosas por Jungkook y no se había alejado porque no quiere dejarlo ir.

—Si.

—De acuerdo, es bueno aclararlo.

La puerta fue tocada por uno de los empleados que llevó las golosinas. Jungkook se las entregó a Jimin, suspiró por las atenciones que le daba y las que quería darle.

—Por ahora me tengo que ir, ¿te parece bien quedarte aquí?

—¿Yo solo?

—Puedes pedir lo que quieras, trataré de volver, ¿bien?

—¿Te espero entonces?

—¿Esperarías por mi?

—Depende, si traes una hoja donde diga que soy el dueño de un restaurante si, lo que quieras —bromeó.

Los dos sonrieron.

—De acuerdo, en todo caso si deseas irte, dejo dinero para pagar tu taxi, solo que debes avisarme, ¿si? Solo necesito ir a mi casa.

—¿Hablarás con Yugyeom? —dijo con algo de celos y tristeza.

—Posiblemente, necesito saber que estaba haciendo en mi casa.

—De acuerdo, yo... bueno, te deseo suerte.

—Estaré bien niño y Jimin, entre él y yo nunca habrá nada —aclaró guiñándole un ojo.

Jungkook salió de la habitación sin querer hacerlo. Mientras que Jimin se quedó deseando no haber regresado de Boseong, le hubiese gustado secuestrar a Jungkook y quedarse en una casita allá, nada más los dos.

Por supuesto que siente temor de que el castaño prefieras a Yugyeom, eso sería dejarlo a él de lado. Quería decirlo pero no se atrevería a ponerlo a elegir, sabe que perdería.

Lo que menos quiere es alejarse de Jungkook aunque eso le cueste tener nuevamente su corazón roto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro